Querida amiga Cigarra!
Y Así, llegó el 25 de diciembre y creo que es una hermosa fecha para escribirte. Por muchos motivos. En este año, donde terminamos sin mucha certeza de existir dentro de él. Un año de tantas penurias y miedos. Preguntas con miles de respuestas, ninguna de las cuales nos sirvió para más de un día o una tarde. Un año de abandono y falta de abrazos, calidez y trabajo. Pero estamos aquí y también tenemos que preguntarnos dónde están los beneficios. ¿Dónde crecimos en medio de tanto retroceso y qué nos ayudó a seguir? ¿Qué nos levantó cuando estabamos desanimados? Entonces veo tu rostro, escucho tu voz y siento tu presencia en estos meses, en estas semanas, en estos domingos, donde incansablemente ocupabas cabezas y corazones.
Nuestro oficio ha sufrido la ausencia. El público es nuestro combustible. ¿Cómo podemos sentirnos acompañados, si al final de las canciones seguimos escuchando solo nuestra propia voz? Y seguiste y seguiste y seguiste. Te encontraste a ti misma, empezaste a capela o con tu guitarra. Después de tantos años, tantas audiencias inmensas y grandes ocasiones, fue dentro de tu casa, con la cara lavada y radiante de belleza natural, cuando te encontraste con tu público, en el que me incluyo, obviamente. Tú, de manera sumamente espontánea, te dejaste llevar por la sencillez, por la franqueza con lo que haces y esto cautivó aún más a esta enorme multitud, ya tan apasionada y fiel. Nada te impidió acudir a la cita que firmaste contigo misma y con quienes te observan. Es hermoso ver que una artista de tu talla, de una generación tan definitiva para la música brasileña, esté dispuesta a hacerlo así. ¡Porque los servicios prestados ya son inmensos!
Así que gracias por no rendirte, en este año de tantas ausencias. Gracias por presentarte en este frente. ¡Tus armas son tu camino, tu rara voz, tu tamaño! Y tenemos que admitir, la cantante más sexy de la MPB, ¡¿qué hacer ?!
Y este 25 de diciembre, tan tuyo, tu cumpleaños, nos invitas a tu fiesta. Todos estaremos allí para aplaudirte porque nos hiciste olvidar durante una hora cada semana que el mundo anda feo y triste. Enhorabuena, querida amiga, siempre estaré aquí para aplaudir y abrazarte al final, porque eres real, tanto en carne y hueso, como virtual!
Hasta pronto.
ZD
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